El río Fucha, el cual nace en el páramo de cruz verde, en su parte alta el río recibe el nombre de San Cristóbal, dando así el nombre de la localidad. Este a su vez se desemboca y reparte en diferentes quebradas los cuales pasan por algunos barrios que se encuentran en dicha localidad. Sin embargo, gran cantidad de estos ríos se encuentran en malas condiciones, ya sea porque se están secando o por el manejo de estos mismo. Esto a su vez conlleva a una problemática en varios de los barrios ubicados en esta zona, ya que, al no gozar de un acueducto adecuado, la única opción que tienen es hacer uso de acueductos rudimentarios, es decir, hecho por ellos mismo.
Uno de los principales problemas que se presentan en esta localidad, reside en la necesidad de la ampliación y el mantenimiento de servicios públicos; San Cristóbal cuenta por ejemplo con 36 barrios las cuales solicitan mayor cubrimiento y presión en el agua, pero por otra parte 19 barrios piden ampliación en el sistema de alcantarillado y además de esto la canalización de la quebrada Chingaza. A lo que se le suma el hecho de que debido a la ilegalidad de muchos barrios se presentan problemas de estratificación y problemas con los servicios públicos.
Por estas razones la Alcaldía de Bogotá con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes ha iniciado un proyecto de construcción de una red de alcantarillado de 4 kilómetros en la parte alta de la localidad de Bogotá, se trata del Interceptor La Nutria, el cual recogerá las aguas residuales de más de 60.000 habitantes que hoy las vierten a las quebradas La Nutria, Verejones y Morales.
Actualmente a pesar tener más de 30 años dichos barrios además de no encontrarse totalmente legalizados por la Alcaldía Mayor, este alcantarillado anteriormente nombrado, tampoco ese encuentra completo y aunque antes se empezó un proyecto de mantenimiento y construcción de nuevas canales, este fue detenido y los vecinos se encuentran a la espera de que las obras se reinicien, debido a la contaminación y mal estado del alcantarillado actual, aunque los habitantes desarrollaron un alcantarillado rudimentario en el pasado, este alcantarillado artesanal no idóneo para el transporte residuos y además genera importantes problemas de contaminación en los afluentes hídricos de la zona, ya que los desechos terminan desembocando en el río Fucha causado por la disposición de residuos sólidos en su zona, así como la presencia de asentamientos en los barrios Santa Ana, La María, San José, Quinta Ramos, Santa Margarita y Sosiego. Lo mismo ocurre en las zonas de Aguas Claras, Santa Cecilia y Molinos de Oriente. La contaminación de las quebradas es generada por los vertimientos sólidos y líquidos. Las corrientes más afectadas son Aguas claras y Ramajal, pertenecientes a la cuenca del Río Fucha. De otro lado, son afectadas también las quebradas afluentes de la quebrada Chiguaza de la cuenca del río Tunjuelo, entre ellas las siguientes: Agua Monte o el Zuque, Chorro Silverio, Chorro Colorado, Verejones, La Nutria y Morales, por lo que los habitantes exigen el reinicio de las obras para poder acceder a un servicio de alcantarillado digno que se ajuste a sus necesidades para poder acceder a una mejor calidad de vida.
La problemática anteriormente explicada, se analizó por medio de la observación no participativa; para llevar a cabo dicha metodología se realizó un trabajo de campo el cual será explicado a continuación.
