
La primera impresión que tuvimos al entrar al salón Los Comuneros, donde se realiza la plenaria, fue la inasistencia de la mayoría de Concejales, con la participación de 17 de los 45 concejales número que fue disminuyendo a lo largo de la plenaria hasta llegar a 10 concejales al final de la plenaria, los concejales que decidimos observar estuvieron presentes hasta el fin.
Las conclusiones que recogimos después de la plenaria en el momento de la discusión de resultados es que como bogotanos damos nuestro voto de confianza a estas personas y realmente no cumplen su deber como trabajadores, el concejo es un total circo no se respetan ni siquiera entre ellos mismos; el momento en que una persona está hablando incluso otros concejales interrumpen haciendo bromas de mal gusto y generando desorden.
Otra conclusión es que no siempre lo primordial es la formación académica sino que la formación integral es indispensable y aún más en estos espacios ,los concejales se comportan como niños en estas plenarias y suponemos que en diversos ambientes también , cualquiera que alguna vez vea cómo se comportan las personas que nos administran , y a las cuales les pagamos, reiteramos, cualquiera se daría cuenta fácilmente que estamos regalando la plata a personas que como mínimo deberían tener sentido común.
Los colombianos quizá no se harían tantos reclamos a cerca del dinero que se les paga, si por lo menos realizarán sus tareas y tuvieran actitudes básicas para ejercer los mandos. Finalmente notamos que no podemos hacer como si nada, el dinero en sí, ni siquiera es importante, es nuestra ciudad, y no podemos permitir que estas personas no se tomen su trabajo en serio.
Referencias.
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