¿Cómo pensar la ciudad?
Desde hace varios meses nosotros como investigadores sociales, hacemos parte de un curso en la universidad, llamado contextos y coyunturas I el cual, es de resaltar en ella, la metodología y el enfoque de quienes la programaron. Consideramos que es uno de los constitutivos para promover el trabajo colectivo, las discusiones de ideas entre los compañeros, a partir de hacer críticas y reflexiones de nuestros objetos de estudio referentes al análisis de todos los componentes y funciones de las instituciones y estructuras que hacen parte de nuestro sistema social.
En este sentido, nosotros encargados de indagar y analizar los factores de los sistemas de organización social de la ciudad, cómo funcionan y cómo intervienen en el orden social de la sociedad, resaltando en ellos los códigos y normas, los cuales reflejan componentes de cómo debe comportarse el ser humano, de cómo se deben manejar sus deberes y derechos para la promoción de su integridad y bienestar. Por ello, mayoritariamente nos hemos enfocado en interpretar y caracterizar los elementos que hacen parte de la relación hombre –entorno. Aquello se ve revelado en nuestro estudio, ya que trabajamos múltiples problemáticas que nos han parecido impactantes, como las formas de administración de algunos sistemas que operan en nuestro entorno, la ciudad de Bogotá, por ejemplo, la inseguridad y el manejo que se le dan a los organismos que regulan y abogan a la conformación de bases para el establecimiento de nuevos ejes que transforman, modifican y cambian la ciudad. Impactantes, porque de alguna manera interfieren en los modelos de comportamiento humano.
No obstante, pudimos averiguar en nuestras salidas de campo, interactuando con los ciudadanos y escuchando sus voces, desde una perspectiva que iba ligada a entender cómo es el manejo administrativo de nuestra línea de consejo distrital y alcaldías menores y pudimos deducir en nuestro análisis de resultado que siendo estos entes encargados de regular la buena convivencia de los ciudadanos, están ejerciendo su trabajo de manera pertinente y eficiente dentro de cada uno de las zonas de la ciudad.
Especialmente nuestro grupo de trabajo se centró en la inseguridad que es un tema coyuntural amplio y preocupante dentro de la urbe por los entes que la regulan como también por las personas que tienen que vivirla y afrontarla todos los días en su diario vivir.
A hora bien, la seguridad dentro de la capital de Colombia es paupérrima debido a que no solo las periferias sufren de esto, sino que el centro como tal, es un escenario importante dentro de Bogotá, el cual sufre de estos índices tan catastróficos como el hurto y otros procesos ilegales que afectan el buen vivir y transitar de las personas. De lo dicho es relevante rescatar de los medios informativos que cada 8 minutos en la ciudad sucede un hurto y cabe de resaltar que estos delitos no solo le causan la perdida de las pertenencias, sino que también los maltratan físicamente o en otros casos extremos les ocasionan la muerte y todo esto hace que las personas sientan temor de su propio entorno.
Todos estos factores ya mencionados son las condiciones de inseguridad más preocupantes de la ciudadanía, ya que han manifestado inconformismo y consideran que es una problemática que ha salido de control, por parte de los entes que la regulan como las alcaldías menores y en ultimas el consejo distrital, pero es de detallar que no solo nos referimos a esta situación en especial, sino que lo hemos tomado como eje central en la investigación para resaltar que es uno de los casos más preocupantes, ya que ha generado un alto índice de crimen urbano por parte de estructuras delincuenciales en las distintas zonas del país.
Dos perspectivas para que la delincuencia se esté propagando por la ciudad: La primera es evidenciar nociones de inconformiso entre los ciudadanos, manifiestan por medio de estos actos la falta de oportunidades de educación, empleo (de una buena calidad de vida) y lo otro es que hay una necesidad de manifestar maldad hacia los otros, una costumbre que se ha tomado en el común para satisfacer ego personal, haciendo daño al otro. Sin embargo, la primera suposición es la más acertada, porque Bogotá es una de las ciudades que mayoritariamente ha evidenciado problemas de exclusión social entre los ciudadanos por la falta de oportunidades, lo cual ha llevado algunos habitantes a tomar acciones delictivas para poder sobrevivir. Aunque nuestro objetivo no solo ha sido degradar las formas de gobierno encargadas de esta administración sino es de llegar a las raíces estructurales de los que generan este tipo de problemas.
Igualmente, hemos resumido que la calidad de las políticas públicas en la creación de un sistema de seguridad integral para las zonas no ha sido un principio de ética de derecho ciudadano porque no han dado respuesta alguna de contundencia dando relevancia a que los actos delictivos va en aumento y más específicamente en la zona centro.
Por consiguiente, estás entidades al enfocarse en problemas que pueden parecer muy simples es cierto que sus políticas no permean a mejorar la convivencia social por ello, hacemos un llamado a reconstruir los códigos normativos, tratarlos urgentemente y efectivamente de acuerdo a las necesidad y situaciones que presenta cada una de las zonas de la ciudad de la mano con la alcaldía mayor y sus alcaldías menores para regular cada una de las localidades con programas y mayor presencia de la policía que serían efectivos para superar este fenómeno de inseguridad que existe.