miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Cómo dejamos Bogotá? (BZ)

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En los primeros 5 meses en los que el concejo y las alcaldías menores han desempeñado sus funciones ha quedado claro el modelo de desarrollo que buscan para la ciudad, se ha evidenciado que siguen siendo los mismos con las mismas, casi que la mitad del concejo se ha reelegido, el cambio de administración distrital ha influido en las alcaldías menores de tal forma que han eliminado en su mayoría cualquier rastro de la administración Petro. 

El modelo de desarrollo neo liberal adoptado por el alcalde Enrique Peñalosa y secundado por la mayoría del concejo distrital se ha evidenciado con la venta de las acciones del distrito en ISAGEN, al derogar el decreto 562 que da la directriz de desarrollo urbano, ahora el desarrollo y expansión será hacia la periferia de la capital, arrasando con la reserva Thomas Van der Hammen, el humedal el Burro, la Conejera entre otras zonas del borde limítrofe de la ciudad, esto acompañado del congelamiento al presupuesto de la salud de un 40%, que en su mayoría hacia parte de los recursos destinado en materia social del distrito, la persecución a los vendedores ambulantes tan bien hace parte de la implementación de este modelo en la capital. 

Una importante mayoría del cabildo ha tomado distancia o decidieron guardar silencio ante estas y otras problemáticas que ha afrontado la ciudad, han evitado a toda costa una crítica constructiva a su compañero de fórmula el burgomaestre Enrique Peñalosa Londoño, quien encontró en un concejo lleno de investigaciones por corrupción, clientelismo, participación en los Panamá Pappers, entre otros cuestionamientos un fortín de apoyo a sus decisiones y prácticas. 

Cuando hablamos de los mismos con las mismas, hacemos un énfasis que de los 45 concejales que conforman el cabildo 23 de ellos han sido reelegidos, lo particular de esta cifra es que en la ciudad un 63% tiene una imagen negativa de este y el 25% ni si quiera conoce su existencia, según Concejo Cómo Vamos, y si a esto le sumamos las denuncias y declaraciones por la MOE (Misión de Observación Electoral) sobre compra de votos y otras actividades irregulares para las elecciones del 25 de Octubre de 2015 el panorama no se ve que sea el más alentador en lo que respecta a la calidad del control político y la actividad normativa que debe desempeñar el cabildo.

El fantasma del carrusel de la contratación persiste en el concejo, pues políticos como Jorge Duran Silva que es concejal desde 1978 hace parte de la selecta lista del carrusel acompañado de Antonio Sanguino, Edward Arias, del partido Alianza Verde, Julio Cesar Acosta, por parte de Cambio Radical, Javier Palacio del partido de la U, pero la lista no se queda así pues en “carne ajena” están Ricardo Correa hijo del ex concejal Severo Correa, el cual tiene investigaciones por el negocio de las ambulancias, fondo de vigilancia y seguridad, Luz Marina Gordillo Salinas esposa del ex concejal Darío Fernando Cepeda ambos con acusaciones, Luz Marina por ofrecer puestos a cambio de votos y su esposo por vínculos con el carrusel, Nelson Enrique Cubides Salazar quien fue respaldado por Soledad Tamayo, concejal que fue investigada por vínculos con el carrusel, estas son la irregularidades que le dan tan mala imagen a una institución de vital importancia para el desarrollo de Bogotá. 

Pero no todo es negativo dentro del mismo concejo lleno de investigaciones y cuestionamientos encontramos como se han generado voces críticas y de respaldo a la ciudadanía dentro del MIRA, PDA, Progresistas entre otros, quien han desarrollado una oposición critica ante temas que requieren una gran cantidad de estudios y cuidado en su desarrollo como el Metro, la construcción en la reserva Thomas Van der Hammen, la ALO y la posible venta de las empresas ETB y TGI. 

Solo esperamos que en medio de la penumbra que acompaña algunos concejales surja un foco de luz que ilumine la senda en la capital para un desarrollo justo y acoplado a las necesidades del siglo XXI, el cambio climático y una ciudad incluyente y pluricultural como lo promulga nuestra constitución.      



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